¿Cómo compruebo el estado de los neumáticos?

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Para garantizar la seguridad durante la conducción es necesario saber cómo comprobar el estado de los neumáticos. Puesto que las ruedas son la base en la cual descansa el vehículo, una tarea imprescindible de todo conductor será verificar tanto la presión como la banda de rodadura de las mismas.

La importancia de controlar la presión de los neumáticos

Una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta para saber cómo comprobar el estado de los neumáticos, es controlar la presión de los mismos. Este control rutinario de las llantas puede ahorrarnos muchos problemas futuros, puesto que un uso inadecuado de los neumáticos podría conducir a problemas de frenado, reducir la eficiencia del combustible e incrementar el gasto del mismo, entre otros. La presión recomendada de cada neumático está establecida por el fabricante en la tabla de presiones. En este punto, tenemos que tener en cuenta que la presión indicada en esta tabla es la relativa a la presión atmosférica, la cual normalmente es descontada en los manómetros de las gasolineras. En un ejemplo práctico, si la presión marcada por el fabricante de nuestro coche indica 2,5 bares, la presión absoluta teniendo en cuenta que la atmosférica es de 1 bar sería de 3,5 bares. Algunos fabricantes de neumáticos establecen presiones variadas en función de la época del año y la climatología que se reflejarán igualmente en la tabla de presiones. La presión de los neumáticos debe comprobarse siempre con el motor en frío, lo que equivale a un trayecto aproximado de hasta 10 kilómetros por vía urbana como máximo. De igual modo, se debe comprobar la presión de los neumáticos aproximadamente una vez al mes dependiendo del uso que se efectúe y sobre todo, de la circulación en carretera. En aquellos casos en los que la presión deba ser revisada y respuestas frecuentemente, es posible que resulte necesario examinar las válvulas para detectar posibles problemas de mantenimiento.

Verificación de la profundidad de la banda de rodadura en los neumáticos

Otro de los parámetros más importantes en el mantenimiento del vehículo en general y de los neumáticos en particular, es la verificación de la profundidad de la banda de rodadura. La banda de rodadura básicamente es el “dibujo” que se forma en el exterior de la llanta del neumático para facilitar el agarre y canalizar el agua hacia fuera de la rueda. Cuanto más gastada se encuentre la banda de rodadura, menos efectivo resultará el agarre, especialmente en carretera, incrementando la distancia de frenado y el riesgo de deslizamiento sobre mojado, lo que comúnmente se conoce como aquaplaning. La profundidad de la banda de rodadura igualmente puede variar de un neumático a otro y de un fabricante a otro. No obstante, como recomendación universal, se establece una profundidad mínima de 1,6 milímetros para todos los neumáticos, estableciendo este margen como mínimo legal. Algunos fabricantes recomiendan reemplazar las llantas cuando la banda de rodadura ha descendido de los 3 milímetros, ya que se considera el margen a partir del cual el rendimiento de la llanta comienza a disminuir. No obstante, a partir de 1,6 milímetros es el mínimo establecido para reemplazar la rueda inevitablemente. Algunas marcas incluyen en las bandas de rodadura unos testigos en forma de números cuyo desgaste progresivo va indicando los milímetros que faltan por cubrir para alcanzar el mínimo legal.

Cómo se mide la banda de rodadura en los neumáticos

La banda de rodadura de los neumáticos puede medirse en el taller, dónde también pueden adquirirse tarjetas medidoras para comprobarlo manualmente y en las cuales se especifican el mínimo de precaución y el mínimo legal establecido. En caso de no disponer de estos medidores, podemos realizar una comprobación casera utilizando una moneda de 1€ y colocarla justo en la banda de rodadura. Si al introducir la moneda la parte inferior dorada no queda visible, el desgaste del neumático todavía se sitúa por encima del límite legal. En caso de que se pueda observar el borde dorado de la parte inferior de la moneda, indicaría que hay que cambiar las ruedas cuanto antes. No está de más recordar que circular con la banda de rodadura desgastada por debajo del límite legal conlleva una sanción económica de 200€ por neumático.

Observar otros posibles defectos de los neumáticos regularmente

Teniendo en cuenta estas sencillas recomendaciones, no deberíamos tener problemas en el mantenimiento de los neumáticos, puesto que la mayoría de los fallos se producen principalmente por circular con una presión inadecuada. No obstante, debido a que mantener los neumáticos en buen estado es esencial para la seguridad, deberíamos de revisar regularmente las llantas en busca de posibles defectos como grietas, rasgaduras, bultos y otras marcas. Estos otros defectos mencionados, pueden producirse incluso aunque la banda de rodadura se encuentre en perfecto estado y habitualmente se deben al tiempo de uso, pues al margen de la banda de rodadura, cada neumático tiene una cantidad de vida útil estipulada por el fabricante que garantizan su mantenimiento en óptimas condiciones y rebasada la cual la rueda comienza a cristalizarse, apareciendo grietas sobre su superficie que pueden poner en riesgo nuestra seguridad. Por este motivo, también deberíamos comprobar la fecha de fabricación de los neumáticos situada en el lateral para confirmar que se encuentran dentro de su tiempo de vida útil.

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