Con la llegada del buen tiempo se hace imprescindible un buen mantenimiento del vehículo, ya que durante estas fechas se incrementan las salidas y, con ellas, el riesgo en la carretera si no se tienen en cuenta las debidas precauciones. Por ello, hoy vamos a reseñar los aspectos básicos para un correcto funcionamiento de tu vehículo antes de verano.
Hay que tener en cuenta que durante el verano se incrementan habitualmente los precios de la gasolina y es por ello que una puesta a punto contribuirá a que nos ahorremos dinero, pues un detalle tan simple como tener los neumáticos deshinchados o sin la presión correcta influye directamente en el gasto de combustible. Además, la seguridad durante estas fechas, en las cuales se triplica e incluso cuadruplica el tráfico en las zonas costeras, debería ser el objetivo principal para salvaguardar la integridad de tus seres más queridos.
Revisión de los neumáticos
Los neumáticos son los grandes olvidados a los que habitualmente no se les presta la atención con la frecuencia que se debería. Además de la frecuencia en la conducción, las variaciones climatológicas también inciden directamente en la presión y lo más factible, en este punto, es consultar la ficha del fabricante para verificar la presión correcta que debería comprobarse con un nanómetro.
Los baches en la carretera y otras irregularidades en el camino también pueden influir en que se deshinchen más rápido de lo normal o se produzcan algunos defectos en las llantas. Por ello, es conveniente revisarlos regularmente, como mínimo una vez durante la semana.
El neumático de repuesto tampoco debería omitirse durante la revisión, asegurándose de que se encuentra correctamente hinchado con la presión correcta y mantiene el dibujo en perfectas condiciones.
Cambio de aceite
El aceite podría definirse prácticamente como el alma del motor, pues mantiene todas las piezas lubricadas y en perfecto funcionamiento. La frecuencia de recambio tanto del aceite como de los filtros se encuentra indicado en la ficha del fabricante y, por lo tanto, resulta un punto ineludible para la puesta a punto durante el verano. Además, debemos tener en cuenta que por las altas temperaturas el motor tiende a calentarse mucho más.
Filtro de aire
Durante el verano, el aire acondicionado se convierte en un artículo de primera necesidad dentro del automóvil. Por ello, hay que revisar durante esta época más que nunca el filtro de aire, ya que concentra una mayor cantidad de trabajo mediante el uso continuado del aire acondicionado.
Revisión de los limpiaparabrisas
Los limpiaparabrisas del vehículo es otro de los accesorios que se descuidan principalmente durante la revisión del coche en el verano. Aunque las tormentas repentinas no suelen ser la tónica habitual de la estación, estas podrían producirse y no debemos olvidar que las temperaturas excesivas suelen realizar roturas y rasgaduras sobre el caucho, reduciendo su efectividad.
Revisión de las pastillas de freno
Al igual que los neumáticos tienen un marcador que estipula el mínimo legal superado en el cual la rueda debe ser repuesta, las pastillas de frenos también tienen un mínimo indicado en la ficha del fabricante rebasado el cual deben reponerse por otra nuevas.
Además del riesgo en la seguridad que implica no reponer las pastillas de freno cuándo es necesario, desgastar estas por debajo del límite puede deteriorar otras piezas que componen el sistema de frenado como los discos y tambores incrementando drásticamente el precio de la factura. Por ello, no deberían descuidarse las tareas de mantenimiento, especialmente durante el verano sí tenemos previsto coger el coche con asiduidad.
Refrigerante
Los motores de los coches están diseñados para funcionar con altas temperaturas. No obstante, una temperatura demasiado elevada puede dar origen a una extensa serie de problemas internos que desemboquen en una inevitable reparación.
La mayoría de los coches actuales incluyen un eficiente sistema de enfriamiento que utiliza un refrigerante químico llamado anticongelante controlado por ventiladores y termostatos que aseguran la temperatura óptima del vehículo. Si alguno de estos componentes no funcionase correctamente o el líquido del anticongelante se situase por debajo del mínimo requerido, podría provocar una avería por sobrecalentamiento del motor.
Control de la batería
Las altas temperaturas son uno de los grandes enemigos de la batería, pues aceleran la reacción química de esta favoreciendo su sobrecarga y acortando significativamente su tiempo de vida útil.
Limpiar la batería regularmente puede ayudar a evitar y reducir estos problemas en el tiempo, manteniendo su funcionamiento en óptimas condiciones a largo plazo.
Aire acondicionado
La mayoría de fallas en el aire acondicionado se producen por un bajo nivel de refrigerante o por alguna fuga en los sistemas. Lo más recomendable para evitar estos fallos durante la época de mayor necesidad, es revisarlo a principio de temporada; en caso de que no enfríe adecuadamente o se demore más de lo normal, deberíamos acudir a un profesional .