Aceites y anticongelantes: cuida tu vehículo
Publicado el 31 de octubre de 2018
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Alargar la vida de nuestro coche, está en nuestras manos, en muchas ocasiones.
Según distintos estudios, se producen más averías en la época de invierno y eso es debido entre otras cosas, a que las bajas temperaturas y las oscilaciones térmicas, afectan.
Preparar nuestro vehículo para el frío, es algo que no debemos dejar de hacer, sobre todo comprobar el estado en el que se encuentran, el aceite del motor y el refrigerante.
El líquido anticongelante o refrigerante, protege al motor, el radiador y otras partes del coche, en el cambio de temperaturas. Tanta importancia tiene, enfriando cuando las temperaturas son altas, como evitando que el aceite quede congelado, cuando son muy bajas.
Evita la corrosión y oxidación, pero pierde esas propiedades con el paso del tiempo, aproximadamente habría que cambiarlo, cada 40.000 KMS.
Aunque pueda pasar desapercibido, la salud de nuestro motor está en la buena actuación de este líquido refrigerante. Aguanta hasta -30º, sin congelarse, lo que proporciona el óptimo funcionamiento del motor, a pesar de las bajas temperaturas.
Sí el aceite del motor, se congela y no puede circular con normalidad, nos enfrentamos a una grave avería.
Líquidos anticongelantes / refrigerantes
Más allá de marcas, que son muchas, lo que debemos elegir es si lo queremos orgánico o inorgánico. Líquido anticongelante orgánico: Son biodegradables, ayudan a proteger el medio ambiente, además no usan silicatos, a pesar de estar elaborados con etilenglicol. Su resistencia a las temperaturas es mayor, llegando incluso a los -40º, también en cuanto a su consumo, llegando a hacer más KMS con menos cantidad. Para distinguirlos suelen ser rojos o rosas. Líquido anticongelante inorgánico: Son de color verde o azul y al igual que los otros están hechos con etilenglicol, pero además se les suman aditivos anticorrosivos, esto supone que haya que cambiarlos más a menudo.¿Cómo se cambia el líquido anticongelante?
Este proceso es importante, porque si no se hace bien, podemos provocar una avería, incluso sufrir quemaduras. El vehículo debe estar completamente frío, hay que comprobar este detalle. Debe ser vaciado totalmente el líquido anterior, no podemos mezclarlos y echar la proporción justa. Acudir a un taller, es el recurso más seguro para este cambio de líquidos y de aceites. Aprovechando la bajada de termómetros y que hemos pensado en los anticongelantes, podemos echar un vistazo al aceite. Hay que tener clara la importancia de esta sustancia, para el funcionamiento del motor y de las distintas piezas, por eso dejarnos aconsejar es vital. No es igual el aceite si nuestro coche es gasolina o diésel, ni tiene la mismas propiedades uno que otro.- Aceite motor convencional: Para un motor sencillo, no expuesto a temperaturas extremas
- Aceite motor sintético: Recomendado en motores de alto rendimiento, sometidos a temperaturas duras. Está elaborado con productos químicos, que contienen menos impurezas.
- Aceite motor semi-sintéticos: Es más resistente a la oxidación y se elabora mezclando, convencional y sintético. Sus propiedades no son tan elevadas como las de los sintéticos y son superiores a las del convencional.
- Aceite motor alto kilometraje: Es el recomendado para viejos motores, modelos antiguos y que lleven muchos kilómetros, a sus espaldas.