¡Que la batería del coche no arruine tu verano!

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La batería podría considerarse el corazón del sistema eléctrico del coche y suele ser una de las principales causas de averías entre los automóviles nuevos. El mal funcionamiento de la batería podría arruinarnos las vacaciones de verano si se descarga a medio camino y por ello debemos prestarle especial atención en la rutina de mantenimiento.   El promedio de vida útil de una batería oscila entre 3 y 5 años. No obstante, algunos hábitos en la conducción pueden influir en su desgaste, así como las temperaturas extremas que pueden favorecer la evaporación de fluidos acelerando su deterioro.  

Detección de problemas en la batería

Algunos daños en la batería pueden ser apreciados a simple vista, como por ejemplo, la falta de carga o la corrosión. No obstante, cuando estos síntomas no estén presentes, existen herramientas especializadas para la detección de problemas frecuentes como el hidrómetro.

¿Qué es el hidrómetro?

  El hidrómetro es una herramienta destinada a la medición de la batería que evalúa ciertos parámetros como el peso, la densidad y que componen la  gravedad de los electrolitos para verificar si esta se encuentra correctamente cargada o dónde se ubica el fallo en su carga si existiese.   Los electrolitos que tiene la batería se componen en su mayor parte de agua hasta en un 65% y ácido sulfúrico con un máximo de 35%. La gravedad estándar de una batería que se encuentra correctamente cargada se sitúa a una temperatura de 26,67 grados centígrados.   Como comentamos anteriormente, algunos factores externos como la climatología adversa con temperaturas extremas y ciertos hábitos en la conducción, pueden acelerar el desgaste de los componentes descomponiendo más rápidamente las moléculas de azufre que favorecen el depósito de placas sobre la batería acelerando su descarga mediante la pérdida progresiva de la gravedad en los electrolitos.   A medida que la temperatura de los electrolitos disminuye, la gravedad aumenta, aunque también puede darse el caso contrario. Por ello, se necesita hacer uso de un termómetro para compensar las temperaturas durante la lectura. Habitualmente, los hidrómetros que se comercializan en el mercado adjuntan una tabla de conversiones para facilitar el ajuste a los usuarios.  

Aviso importante de Seguridad

  La mayoría de los hidrómetros  vienen con termómetro integrado. No obstante, en el caso de que no fuese así en ningún caso debería introducirse un termómetro viejo de metal. Pues sí éste entrase en contacto con los electrolitos se produciría una reacción bioquímica que podría provocar que la batería explote.  

Cómo preparar la batería para la lectura

La mejor forma de preparar la batería del coche para la lectura es eliminar previamente cualquier resquicio de suciedad que se hubiese acumulado en la parte superior. Para este propósito podría utilizarse una mezcla de unos 250 mililitros de agua tibia y mezclarlos con una cucharada de bicarbonato de sodio.   Para llevar a cabo este trabajo es recomendable hacer uso de guantes y gafas protectoras resistentes a los ácidos. A continuación, hay que aplicar suavemente la mezcla obtenida en la parte superior y los laterales de la batería. Para ello podemos hacer ayudarnos de un cepillo de dientes para extenderla de manera homogénea asegurándonos en todo momento de que la mezcla se queda en la parte superior, puesto que si quedarse por debajo podría deteriorar la carga electrolítica.   Una vez concluido el paso anterior, las tapas de la batería pueden retirarse con un destornillador estándar. En este punto, verificar que los electrolitos llegaron al fondo de los anillos de frenado agregando agua destilada si fuese necesario para ajustar la carga electrolitica al nivel correcto pasando por un ciclo de carga y descarga hasta completar la mezcla.   En caso de que la batería esté descargada, se puede intentar cargarla lentamente para descartar posibles problemas en la carga y al mismo tiempo restaurar su ciclo interno de recarga. Si la carga no pudiera completarse, podría indicar que ha concluido su tiempo de vida útil.   Por la complejidad y riesgos que conlleva el procedimiento, sería recomendable que la primera vez que se ejecute se hiciese en presencia de personal experimentado. En última instancia, siempre puedes acudir a tu taller de confianza que dispondrán de herramientas especializadas para detectar el estado de tu batería y proceder a su recarga o reemplazo si fuera necesario.  

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